Sobre La playa de los ahogados, de Domingo Villar

"Domingo Villar, al que ya conocíamos por su novela anterior Ojos de agua, nos devuelve el carácter reflexivo de su inspector. Y lo hace presentádonoslo en un caso que siempre está por encima del simple hecho criminal. Es encomiable cómo se las arregla el escritor gallego para servirnos una trama digna de la red de sospechas al estilo Agatha Christie en un medio pletórico de naturaleza tan imprevisible como es el mar y con unas víctimas y unos investigadores tan apegados a las rutinas de la vida. La novela está narrada en una impecable tercera persona. Digo impecable en un sentido flaubertiano. Una voz limpia de ideología y cháchara moralista. Con este exigente criterio de la objetividad, sin embargo Domingo Villar ha escrito una excelente novela policíaca".

J. Ernesto Ayala-Dip. El Correo
(2 de mayo de 2009)

Sobre Mariposas para los muertos, de Diane Wei Liang

"Mariposas para los muertos es aún mejor que El ojo de jade. La excelencia de Diane Wei Liang está en su pasión documental, que da impresión de verdad y no cae en la deformación amarga o irónica de la vida ni en la tesis política explícita".

(Justo Navarro. Babelia. 18 de octubre de 2008) 

Sobre Las alas de mi padre, de Milena Agus

"Las alas de mi padre es la segunda novela que se publica en España de la italiana Milena Agus y es tan buena o mejor que la primera, Mal de piedras. Esa maestría literarias sólo existe cuando nos encontramos antes un gran escritor. 
Milena Agus consigue con las frases más simples y las historias más cotidianas, atrapar al lector en ese mundo tan original y tan suyo. Mágico. Infantil. Sexual. Sensible. Humano. Mezcla de ternura y crudeza, tanto en las palabras como en las acciones de sus personajes."

Jacinta Cremades. El Cultural 
(6 de noviembre de 2008)                                                                     

Sobre La caja negra, de Amos Oz

"El lector tiene de nuevo a su disposición la que tal vez sea una de las novelas de ejecución más implacable de Amos Oz; o, en todo caso, una de las más bellamente descarnadas, que por momentos alcanza una jerarquía shakesperiana, proporcionada por la turbiedad emocional de sus personajes, magníficamente desplegada a través de una restallante expresión dramática en las voces de Alexander e Ilana, que antes fueron marido y mujer, y al comienzo de la novela son dos desconocidos que otra vez se necesitan para reavivar el proceso de destrucción recíproca que el divorcio ha mantenido latente durante siete años."

(Francisco Solano. Babelia. 11 de octubre de 2008)

"La caja negra es una de las más significativas obras maestras de Amos Oz"

(Mercedes Monmany. ABCD. 25 de octubre de 2008)

El jinete del dragón. 5.08
Por Espido Freire

Dicen que Cornelia Funke quería ser astronauta de niña: también yo. A ella le detuvo saber que tendría que recibir formación militar. No quería empuñar armas, ni mezclar la violencia con la belleza de los cometas, y la danza eterna de los mundos. A mí me apartó de mi carrera en el espacio, la barbaridad de conocimientos matemáticos que se requerían. Aún ahora apenas sé hacer una raíz cuadrada. 

Pero cuando se cruza un inconveniente en los sueños de las escritoras, nada cambia, en realidad, mientras se mantenga la esperanza y la imaginación. La manera en la que Cornelia ha volado para acercarse a las estrellas ha sido mucho más espectacular que la real, en la que se vería encerrada en una cápsula, con una alimentación sosa, y unos experimentos bastante monótonos.

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Sobre Fred Vargas, autora de La tercera vírgen


«Fred Vargas es probablemente la autora más interesante del género policiaco en Europa en el momento presente. Lo es por varias razones. En primer lugar, por la peculiar complejidad de sus tramas. En segundo lugar, por sus referencias cultistas, que expone al lector sin crearle prejuicio alguno y que integra muy bien en el relato. En tercer lugar, sus detectives son verdaderamente singulares. Y en cuarto lugar, por su estilo recargado, dilatorio, de lento avance hasta que, sin perder esas características, empieza a coger velocidad, a atar cabos y juntar los frentes abiertos y sacude al lector de arriba a abajo con nudos tan ficticios que parecerían propios de una mente demasiado calenturienta y liante si no fuera porque su verosimilitud la acepta el lector convertido en cómplice final con un "si no lo veo no lo creo" en los labios».

                                                                      José María Guelbenzu, Babelia
                                                                      2 de febrero de 2008

«Fred Vargas es un enigma. A semejanza de sus personajes su personalidad aprensiva escapa a todo estudio fundado sobre la pura racionalidad. (…) La nueva novela de Fred Vargas es frondosa y poblada de cajones de doble fondo. Las investigaciones se chocan entre sí, se confunden, las falsas pistas son tan numerosas como los personajes secundarios y las certezas del lector tan efímeras como las del comisario Adamsberg. (…) Fiel a su estilo, Fred Vargas acaba de conquistar el estatuto de reina francesa de la novela policíaca. » 

J.-C. Buisson, Le Figaro magazine

«Humor, audacia, genio en las atmósferas y en los personajes secundarios, escritura a la vez depurada y evocadora… El último libro de Fred Vargas, entre policiaco y tragedia griega, es una pequeña joya. »

M. T. Huy, Magazine Littéraire

 

«La tercera virgen no puede decepcionar, es un éxito absoluto. »

C. Julliard, Le Nouvel Observateur