Sinopsis
«Solo quería escribir una historia de amor como la de Romeo y Julieta pero con un lenguaje
diferente».
Jostein Gaarder
Se sabe, aunque la Iglesia siempre ha pasado de puntillas sobre este hecho, que san Agustín, más tarde padre de la Iglesia latina, que vivió en el norte de África hace mil seiscientos años, tuvo en su juventud una amante que le dio un hijo al que amó con predilección. Vita brevis. La carta de Floria Aemilia a Aurelio Agustín es la carta manuscrita que supuestamente Floria Aemilia, su amante, le escribió al hilo de la lectura de sus Confesiones. En ella, con ironía y sarcasmo, critica a Agustín por haber abandonado el verdadero y auténtico amor humano para entregarse a uno divino, del que poco se sabe.
Gaarder quería darle voz y nombre a esta mujer real relegada por la historia, de la que solo sabemos por una breve mención en las Confesiones que Agustín de Hipona la echó de su casa tras muchos años de convivencia.
El resultado es una reflexión oculta tras una carta ficticia —un formato al que Gaarder ha recurrido en varias ocasiones— sobre los amores profundos pero imposibles.
Otros libros de este autor: